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Salta: Parador Las Abritas, el oasis vallisto donde se juntan los sueños

Salta: Parador Las Abritas, el oasis vallisto donde se juntan los sueños

Detrás de cada emprendimiento se tejen historias de vida, de ayer y de hoy, lo que miramos mas allá de nuestros ojos, los cerros, que en su momento parecían impenetrables y que hoy el hombre ha logrado fundirse con ellos y sentir cada grano de tierra colorada como propios.

06.05.2020 - 18:30 -
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Al llegar a este oasis nos asombra todo.. un par de casas, la higuera de la entrada, las mesas sobre una explanada natural de tierra, un tentador cartel que dice "LAS ABRITAS" y que nadie pasa por alto el tomarse una buena foto.. con un fondo alucinante de casa, cerros, sol y cielo...Todo es pintado, pero detrás de esa pintura hay protagonistas, Don Bartolomé Tapia, su Sra. y su hija Mirian, los tres, tejen y destejen una historia de vida que nació en el siglo pasado y que hoy en ese marco de paisaje inolvidable, lograron darle vida a esta maqueta de sueños, con cada pieza puesta, con cada piedra pintada, con cada espacio compartido en este oasis vallisto, en el Km. 67 de la Ruta 68, Salta, parada obligada de todo viajero.

Don Bartolome, es un hombre tranquilo, de hablar suavecito y de una sencillez única, el nos recibe como a todos con una sonrisa, nos da la mano y comienza un dialogo que nos lleva a viajar en el tiempo, a través de sus relato, aquellos tiempos de niñez donde todo comenzó a tener un porque:

"Este lugar fue comprado por mi abuelo, nos cuenta Don Bartolomé, cuando yo tenia 4 años vengo a vivir aquí. Como a los cinco años empece a estudiar pero en Amblayo, unos 40Km, mas o menos. Me llevaban a caballo y allí me quedaba de lunes a viernes y regresaba los domingos...

Una de las cosas que me gustaban mucho era hablar con mi abuelo, yo lo acompañaba siempre y el me enseñaba todo, así uno va aprendiendo toda la vida de campo. Ya cuando era mas grande el en una de esas conversaciones me comenta un sueño que tenia: "como me gustaría hacer aquí una Posta", me dice, porque en esos tiempos a esto se le decía Posta, la gente se manejaba a caballo y venían de Santa María e iban hacia Alemania, y por eso el quería poner eso para que la gente tuviese un lugar para descansar y luego siguiera su viaje. Fíjese que el trecho era largo". Así fue anidando en el tiempo y en la memoria ese, sueño, que tuvo aquel hombre visionario.

Los años pasaron, y como todo designio, hay un tiempo para que se concrete y fue en estos tiempos. Don Bartolome regreso y todo fue cambiando, nos cuenta: "yo me fui y regrese ya cuando tenia unos 50 años, mis abuelos ya no estaban, pero si mi papa, que al igual que ellos, pensaba en lograr esto. Como parece que estaba escrito que tenia que darse, nosotros tuvimos una sola hija y ella comenzó también desde muy jovencita a pensar en esto que hoy tenemos, los dibujaba en su mente y así fue, como se dice, amasando la idea, que luego se concreto.

Mirian Tapia, quien llamada por ese amor a lo nuestro, estudió Turismo. Hoy es Profesora, poniéndole todo el ímpetu y enseñando a ver en esta actividad del turismo el desarrollo de las regiones.

"Creo que esto estaba signado de alguna forma, y se tenía que dar", afirma Don Bartolome, nos llena de orgullo y nos alegra ver todo lo que logramos, con mucho esfuerzo logico, pero con tantas ganas, incluso porque fue un logro compartido con mi hija, con mi yerno, Jorge y mis nietos, Nehuen, Jazmín y Zahira.... Ellos que se llevan el legado en la piel de cada pedazo de este lugar."

"Muchas veces, pensamos hacer tantas cosas, pero esto nos dio la pauta de que las cosas suceden cuando tienen que ser, nunca antes ni después, así que bueno, lo compartimos con nuestros visitantes y felices de honrar el sueño de mi abuelo, con el sello propio y el corazón nuestro, el corazón de cada uno de nosotros, que esta en cada espacio de este Parador; quizás por eso la gente cuando viene encuentra ese lugar mágico, se siente cómoda, disfruta de cada cosa que le ofrecemos y se lleva un recuerdo que después comparte, se va feliz y renovada y nosotros agradecidos de que nos visiten siempre, porque la mayoría vuelve, renueva sus fotos y se lleva el espíritu bien salteño y vallisto."

El turismo es esto, simpleza, sueños, bagaje de historia, proyecciones, amigos, geografía, paisaje, sabores, sentimientos, tantos adjetivos resumidos en una foto, en un recuerdo, en una historia de viaje que se cuenta muchas veces...

Detrás de cada emprendimiento se tejen historias de vida, de ayer y de hoy, lo que miramos mas allá de nuestros ojos, los cerros, que en su momento parecían impenetrables y que hoy el hombre ha logrado fundirse con ellos y sentir cada grano de tierra colorada como propios.

El Turismo nos une y nos devuelve a la vida, en LAS ABRITAS hay testimonio para revivirlo..UN OASIS VALLISTO DONDE SE JUNTAN LOS SUEÑO
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