Valles de Encanto: El turismo de Tarija que nace de sus comunidades

Avanza firmemente en la consolidación del turismo sostenible en el sur de Bolivia. Esta iniciativa surge a partir de la priorización del turismo como motor de desarrollo local, definida por los actores que conforman los Ecosistemas de Gestión Municipal Participativa en los cuatro municipios del Valle Central de Tarija. Dichos ecosistemas, integrados por representantes públicos, privados, académicos, jóvenes y sociedad civil, identificaron en el turismo una oportunidad para dinamizar la economía local, generar empleo e impulsar el desarrollo económico sostenible. El proyecto se ha consolidado como un modelo de articulación territorial y participación comunitaria, fortaleciendo las capacidades locales y promoviendo una visión compartida de desarrollo basada en las potencialidades turísticas del territorio. Los protagonistas: las personas El proyecto pone en el centro a quienes hacen posible el turismo: las familias y comunidades locales.

Son ellos los que, a través de la creatividad, la hospitalidad y la transmisión de sus tradiciones, convierten cada visita en una experiencia viva. Historias heredadas de generación en generación, recetas familiares, saberes ancestrales y oficios transmitidos en talleres o demostraciones hacen que el visitante no solo observe, sino que viva y sienta Tarija.

Este enfoque de turismo experiencial y familiar transforma a los actores locales en protagonistas del relato turístico, dándoles el reconocimiento y la oportunidad de mostrar al mundo lo extraordinario de lo cotidiano: desde una cata de vinos artesanales hasta la explicación de un ritual tradicional, desde la gastronomía casera hasta la música y danza chapaca. Debemos resaltar que Esperanza Bolivia da un salto importante en la implementación de técnicas modernas y efectivas en la metodología de proyectos como es el prototipado rápido, agile y lean startup, que llevaran a cabo los consultores Alcira Montero, Sahian y Dhamar acompañados de Pietro Bellott y Silvia Benítez un equipo sin límites que están cambiando la forma de ejecutar proyectos que tiene resultados tangibles.

Un mosaico de atractivos en cuatro municipios
Cada municipio tarijeño aporta un valor único a la experiencia del visitante:
Padcaya abre las puertas de la Reserva biológica de la Cordillera de Sama con senderos de montaña, avistamiento de aves y comunidades que preservan lugares ancestrales.

Uriondo, cuna del vino, ofrece enoturismo, gastronomía local y festividades que celebran la identidad vitivinícola.
San Lorenzo, tierra natal de Eustaquio Méndez, rescata la memoria histórica y el patrimonio colonial en sus calles y museos.
Cercado, como capital departamental, complementa la experiencia con su vida urbana, su gastronomía diversa y su red de servicios turísticos.
Turismo que transforma
El proyecto se apoya en un enfoque sostenible y regenerativo que combina la riqueza natural, histórica, gastronómica y cultural de Tarija con la creatividad innata de sus habitantes. La evaluación de los circuitos turísticos que se llevara a cabo a mediados de octubre asegura que cada propuesta sea viable, auténtica y respetuosa con el medio ambiente.
La gestión de Esperanza Bolivia
Gracias al impulso de Esperanza Bolivia, los circuitos no son simples rutas, sino plataformas de encuentro entre visitantes y comunidades, consolidando un modelo de gestión que da voz a los actores locales y convierte a las comunidades en constructoras de experiencias inolvidables.
Un futuro compartido
“Valles de Encanto” es más que turismo: es una apuesta por la memoria, la creatividad y el orgullo de la gente tarijeña. Cada familia, cada guía, cada productor se convierte en embajador de su tierra, demostrando que el verdadero valor de Tarija no está solo en sus paisajes y patrimonios, sino en las personas que los viven y los mantienen vivos.